La falta de criterio de las administraciones pone en peligro la atención de millares de personas sin plazas públicas en estos centros. Bajo el paraguas de LARES fueron atendidas más de 61.000 personas dependientes sólo en centros residenciales durante el año 2017, según datos de su Informe de Gestión de 2017.
Bajo el paraguas de Lares han sido atendidas, sólo en centros residenciales, durante 2017 más de 61.000 personas, preferentemente en situación de dependencia o riesgo de exclusión social. Asimismo, durante ese año LARES ha formado desde su organización nacional a más de 3.000 profesionales, logrando además la inserción laboral dentro del sector socio sanitario de más de 150 personas. Además, en 2017 Lares ha empezado a acompañar en la dirección de centros con problemas con la finalidad de permitir que las organizaciones desarrollen su mayor valor. Además, Lares cuenta con más de un millar de voluntarios, cantidad aun mayor si se tienen en cuenta todos los voluntarios de entidades que, en algunos ocasiones, no han incorporado a Lares todos sus centros. Máximo representante del Tercer Sector en la atención de personas mayores, desde 2017 los Estatutos de LARES también permite la incorporación como asociado de entidades que atienden personas en situación de exclusión social o con discapacidad.
Según Lares, las entidades del sector solidario que atienden a personas mayores han visto como se ha reducido su financiación en beneficio de otros colectivos. La convocatoria nacional y autonómicas del 0,7% son el máximo exponente de esta nueva realidad. Esta circunstancia resulta especialmente preocupante si tenemos en cuenta que es cada vez mayor el número de personas mayores que requieren de algún apoyo especializado.
Según LARES, hasta el 50% de sus plazas en algunos territorios llegan a ser ocupadas atendiendo exclusivamente a con criterios de solidaridad ante la desatención del usuario o ineficacia de los servicios públicos. Pero no solo los servicios solidarios son prestados con ingresos inferiores al coste del servicio. En la misma situación están las plazas públicas, frecuentemente infra financiadas por la Administración: “Entre Guipúzcoa y Badajoz o Zaragoza, por ejemplo, hay diferencias tan grandes que cuesta identificar que ambas estén bajo el arco de una misma ley de dependencia”, ha señalado el Presidente de Lares, Juan Ignacio Vela Caudevilla. Quien ha añadido en el mismo acto de clausura lo siguiente:“las Administraciones no pueden pretender que desde el Tercer Sector simultáneamente se financien las plazas públicas sin beneficio, sigamos atendiendo a quienes esa misma Administración desatiende por burocracia o prioridades no pueden ser atendidos por ella y además incorporemos tecnología, innovación y medidas arquitectónicas en consonancia con las exigencias que la propia Administración va estableciendo de forma sobrevenida”.
Aunque las resoluciones de las convocatorias autonómicas y el tramo nacional para el reparto del 0,7% han concedido en 2017 a las entidades Lares a nivel global un resultado similar al de años anteriores, en términos cuantitativos, se ha constatado una peligrosa tendencia a eliminar la financiación de proyectos relacionados con la realización de inversiones o a la obstaculización injustificada de la ejecución de estos proyectos. El Presidente Lares ha señalado que en muchas CC.AA. “sólo puede entenderse la adopción de estas medidas sin conocimiento de lo que hacen las entidades, sin conocer su acción social más allá de la prestación de servicios en plazas públicas. Seguir prestando servicios de forma solidaria sin contar con apoyos de la Administración es pedir al campo que de frutos eliminando el agua: hay labradores comprometidos y dispuestos a coger la azada sin horario y con el único ánimo del bien común, pero sin agua su trabajo es baldío”.
Las convocatorias de subvenciones para la asignación del 0,7% de 2017 se publicarán un año más tarde y llenas de incertidumbre.