Lares, como miembro activo de la Federación Europea de Empleadores Sociales apoya todas las reinvindicaciones expresadas en este comunicado

Declaración conjunta sobre el brote COVID-19: impacto en los servicios sociales y medidas de apoyo necesarias

A medida que el coronavirus se propaga por toda Europa y los estados miembros entran sucesivamente en confinamiento, llamamos la atención sobre la amenaza que el virus representa para las organizaciones que acompañan a las personas vulnerables y a los 11 millones de trabajadores en los servicios sociales de la UE, que desempeñan un papel crucial para millones de ciudadanos Europeos que necesitan atención y apoyo. Estos trabajadores, en estrecho contacto con personas mayores, personas con discapacidad y otras personas que necesitan atención y apoyo, están expuestos a diario al Covid-19 y al riesgo de infección.

La propagación del Covid-19 está ejerciendo presión sobre los servicios de atención a largo plazo, que durante años han estado insuficientemente financiados y, por lo tanto, a menudo carecen de personal suficiente. Las dificultades preexistentes de financiación y dotación de personal se están multiplicando ante la crisis actual que en el peor de los casos conduce al cierre completo de algunos centros de atención y otras facilidades. Para aquellas personas que requieren apoyo y atención domiciliaria, esta situación sólo es sostenible si pueden seguir confiando en la ayuda de los profesionales.

Por ello, pedimos a los Estados miembros y a la Comisión europea que apoyen un conjunto de medidas inmediatas para ayudar al sector de los servicios sociales a hacer frente a la situación actual.

Concretamente, pedimos:

• Garantizar la continuidad de los servicios de atención y apoyo, y la estabilidad de los actores implicados en la prestación de dichos servicios. Dado que estos servicios son esenciales para prestar apoyo a millones de europeos, tenemos que proteger a los proveedores y a los trabajadores, garantizando que los contratos ya en vigor se mantengan y sean financiados incluso en caso de la interrupción de los servicios.
• Garantizar el salario de todos los trabajadores sociales y evitar la pérdida de sus puestos de trabajo, por ejemplo, a través de reasignaciones temporales.
• Equipar a los trabajadores sanitarios con el material de protección adecuado como mascarillas, solución hidroalcohólica, gafas y guantes, así como garantizar el acceso a información fiable y formación en medidas de seguridad en el lugar de trabajo, en todos los idiomas los que se practican entre el personal.
• Asegurar que las casas de retiro y otros servicios de atención residencial dispongan de protocolos de seguridad para responder rápidamente y proteger a los residentes/ beneficiarios y al personal en caso de brote. Estos protocolos también deben incluir los preparativos para un escenario peor, en el que los hospitales alcanzan su capacidad máxima y las emergencias en residencias de ancianos ya no pueden ser tratadas.
• Facilitar el acceso de los servicios sociales a los fondos nacionales y de la UE para ofrecer ayuda financiera inmediata para sostener salarios y otros costes, incluyendo la financiación de medidas innovadoras para afrontar a la crisis, como la prestación de apoyo a distancia.
• Garantizar a través de leyes nacional o de convenios colectivos, el derecho a días de baja por enfermedad remunerados, flexibilidad y otras adaptaciones necesarias para permitir a los trabajadores sociales proteger la salud de las personas que cuidan y de la suya propia.
• Garantizar que el personal de servicios sociales tenga acceso a guarderías para el cuidado de sus hijos.